En el fiordo Comau, a dos horas en lancha de Hornopirén, Natalia y su equipo, a través del programa “Boyacompostar” pudieron darle una solución a los residuos orgánicos generados en la preparación de los alimentos en el centro.
En un rincón de los centros de cultivo de salmón, se está gestando una auténtica revolución. Hace unos meses, tuvimos el honor de llevar a cabo un emocionante taller de vermicompostaje en uno de los centros de cultivo de salmón de Camanchaca, donde la Jefa de Centro, Natalia Pavez, nos compartió su inspiradora historia.
Transformando Desafíos en Oportunidades
Inmersos en el fiordo Comau, a dos horas en lancha de Hornopirén, Natalia y su equipo se enfrentan a un desafío diario: preparan alrededor de 60 comidas y generan una cantidad significativa de residuos orgánicos. En lugar de ver esto como un problema, Natalia, en conjunto con la empresa, decidieron convertirlo en una oportunidad para hacer una diferencia en el cuidado del medio ambiente y en el equipo.
Mediante el programa “Boyacompostar”, Natalia y su equipo aprendieron a llevar de manera exitosa un ciclo completo de vermicompostaje, obteniendo varios beneficios en distintos niveles.
Beneficios del Vermicompostaje en el Centro
Además de la reducción de los residuos orgánicos, la considerable disminución del volumen de la basura y de los costos de traslados de esta, el vermicompostaje en el centro permitió exitosamente la producción de abono orgánico sólido y líquido. Este valioso producto se utilizó principalmente para el cuidado de una hermosa planta de interior que, además de decorar el centro, brinda vástagos que los colaboradores llevan a sus hogares. Además, se usan estos insumos para un pequeño huerto que tienen hecho con boyas en desuso cortadas por la mitad, gestionado por ellos mismos.
Esta iniciativa no solo promueve la sostenibilidad en el lugar de trabajo, sino que también inspira el cuidado de la naturaleza en los colaboradores a través de la educación ambiental. La mayoría de ellos tiene invernaderos o huertos, por lo que se vuelve muy estimulante producir el abono que les brinda el vermicompostaje.
Liderazgo Femenino, sostenibilidad y ambiente laboral
Natalia lidera un equipo de nueve personas, donde tres de ellas son mujeres y han sido claves para que este proyecto haya tenido estos resultados. Ella comenta que el sello que ellas entregan es la calidez y lo acogedor del ambiente laboral, “sería muy distinto si fueran sólo hombres. Nosotras somos muy detallistas y cuidadoras”. Su liderazgo ha generado respeto y agradecimiento entre sus colaboradores. Juntas, estas mujeres están haciendo una diferencia tangible en la sostenibilidad y en el bienestar de su equipo. “A veces es difícil motivar a los equipos a llevar bien estas iniciativas, pero lo hemos logrado con creces”, comenta Natalia.
En Camanchaca, el liderazgo femenino y el compromiso con el cuidado del medio ambiente están transformando la forma en que trabajamos y vivimos. Estamos orgullosos de ser parte de esta revolución del vermicompostaje y de apoyar a líderes como Natalia.
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